Cada vez se oye hablar más de los protectores solares de filtro físico y de que éstos son mejores para la salud de nuestra piel, sobre todo en el caso de menores y personas con la piel sensible.
En este post queremos explicarte bien por qué los recomendamos y por qué las opciones que tenemos en Alma Eko son, además de saludables, respetuosas con el medio ambiente.
FILTRO FÍSICO O FILTRO QUÍMICO
Queremos explicarte la diferencia entre los protectores de filtro físico (o también llamados de pantalla) y de filtro químico, para que tú mismo puedas decidir qué opción es mejor para ti .
- La cremas solares de filtro físico presentan una protección de pantalla para nuestra piel gracias a sus compuestos minerales. Unos de los componentes que lo permite, y que suele ser el más habitual, es el óxido de zinc. La piel no absorbe este tipo de cremas, sino que crea una película que impide que los rayos del sol penetren en ella.
- Las cremas solares de filtro químico sí penetran en la piel y, cuando nos exponemos al sol, se produce una reacción química en la epidermis que hace que los rayos UV resulten inocuos. Sus componentes, muchos de ellos sintéticos, ‘fuerzan’ a nuestro organismo a hacer una función que, a priori, no es natural. Es por ello que, en las pieles más sensibles, se pueden producir irritaciones y alergias. Además, estas cremas suelen presentar parabenos y siliconas, elementos considerados por muchos expertos como potenciales tóxicos y disruptores endocrinos, por lo que no son la mejor opción para nuestra salud.
OTRAS DIFERENCIAS
Cuando salieron las primeras cremas de filtro físico, resultaban bastante densas, difíciles de extender y con tendencia a dejar restos blanquecinos en la piel. Con el paso del tiempo, los fabricantes han conseguido consistencias más fluidas, que se extienden mejor y no dejan restos. Más adelante te hablaremos de las opciones que tenemos en Alma Eko y de las diferencias en su consistencia.
Con las cremas de filtro físico, no hay que esperar a que la piel la absorba para poder exponerse al sol. Presentan protección desde el momento que la aplicamos. Suelen ser bastante resistentes al agua, pero en esto hay que poner un poco de sentido común. Si nos aplicamos la crema por la mañana y nos pegamos un único chapuzón rápido en todo el día, no es necesario volver a aplicarla; pero si los baños son largos o hacemos varios a lo largo del día, lo suyo es aplicarla de nuevo para no correr riesgos innecesarios.
CÓMO USAR LA PROTECCIÓN SOLAR
Proteger nuestra piel es importante, pero también lo es metabolizar la vitamina D y, para ello, el sol es un gran aliado. ¿Qué quiere decir esto? Que debemos tomar el sol, aunque, eso sí, con precaución.
En verano, el uso de protección solar es prácticamente obligatorio, en el momento en que salgas de casa durante el día. El resto del año, por lo general, pasamos menos tiempo en la calle, los rayos no inciden tan directamente y, además, solemos estar más protegidos por la ropa. En este caso, a lo mejor la protección solar no es tan necesaria. Aunque, por una cuestión de envejecimiento prematuro de la piel, puede que prefieras usar protector en el rostro.
Como decíamos, tomar el sol nos va a ayudar a metabolizar mejor la vitamina D, muy necesaria para un buen estado de salud. Es fundamental para la absorción del calcio y, por lo tanto, para que los huesos estén sanos; además de ser una vitamina muy importante a nivel inmunitario y neurológico.
Por ello, exponerse al sol unos minutos al día, es bueno para nuestra salud, además de que nos revitaliza. Y, si las condiciones son adecuadas, deberíamos hacerlo sin protección solar, ya que si no, no nos beneficiaremos de la metabolización de la vitamina D. No, no nos hemos vuelto locas. No estamos diciendo que dejes de usar protector solar. Decimos que no es necesario, por ejemplo, en invierno, cuando caminas 10 minutos por la calle para llegar al trabajo o si das un paseo corto al atardecer.
Si la exposición al sol va a ser prolongada y/o en horas centrales del día, entonces sí es necesario el protector solar. En verano, debemos poner especial cuidado porque, aún en ratos cortos, podemos quemarnos con facilidad, a según que horas. Por eso decimos que, en verano, el protector es prácticamente obligatorio. Tendemos a exponernos más porque realizamos más actividades al aire libre y usamos menos ropa. Es más fácil que suframos quemaduras.
OPCIONES SOSTENIBLES Y SALUDABLES
En Alma Eko tenemos 4 opciones diferentes de protectores solares, todos ellos de filtro físico, y con un packaging respetuoso con el medio ambiente.
Además, están elaborados con ingredientes naturales y biodegradables. Por lo que no son solo buenos para tu piel, sino que, además, no dañan los ecosistemas de ríos y océanos.
Veamos qué opciones podemos ofrecerte:
Disponible en dos formatos: en lata metálica reutilizable y reciclable con SPF 50 y 30 (cuanto mayor nivel de protección, más densa resulta); y en barra, en envase de cartón reciclable, un formato muy cómodo y poco frecuente, con SPF 50.
Tiene una consistencia más fluida y está envasado en botella metálica. Disponible en dos variedades: normal y niños.
Protector facial, SPF 50, envasado en lata que aporta un toque de color.
Se trata de una base de maquillaje fluida que, además, cuenta con SPF 20. Disponible en 4 tonos diferentes.
Esperamos que con este post tengas aún más claro cómo protegerte del sol y que, si aún no lo has hecho, optes por protectores solares de ingredientes naturales, buenos para tu salud y respetuosos con el medio ambiente.
Si quieres profundizar más en el cuidado de la piel en verano, te recomendamos que leas este otro post de nuestro blog y que veas este directo en el que hablamos de cómo debe ser la rutina de noche de cuidado de la piel en esta época del año.