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Cuida tu ropa cuidando del planeta

Cuida tu ropa cuidando del planeta

¿Cuántas lavadoras pones al año? ¿Te has parado a pensarlo? En nuestro caso, que somos dos adultos y una perra, ponemos, al menos, 2 lavadoras a la semana. Eso supones que, como mínimo, ponemos 104 lavadoras al año. Ya son lavadoras… Ya que es un acto tan frecuente y cotidiano, no está de más pararse a pensar en el impacto que tiene en el medio ambiente y cómo conseguir que sea lo más respetuoso posible.

Eso es lo que te proponemos en este post. Queremos que te sirva como guía para identificar qué pasos debes dar para conseguir una colada eko. No solo vamos a hablarte de los productos a usar, sino también de cómo conseguir que la ropa dure más, por lo tanto, que consumas menos recursos del planeta. Nos vamos a detener, no solo en la forma de lavar, también de pretratar manchas, secar la ropa, plancharla y almacenarla.

 

PRETRATAR

Desde luego, es mucho más sostenible pretratar manchas difíciles que tener que lavar una prenda dos veces. Cuanto menos lavemos la ropa, menos se deteriora y más nos dura. Así que si ves alguna mancha que crees que no va a salir, aplícale alguno de estos trucos:

  • Jabón textil sólido: el jabón artesanal de El Zorro d’Avi está especialmente pensado para esto. Y también puedes emplear el jabón de Marsella. Solo tienes que frotar la pastilla humedecida sobre la mancha a tratar y meter la prenda en la lavadora. Ésta es mi opción express favorita, ya que no necesita reposo. Pero lo cierto es que no es del todo eficaz con las manchas más rebeldes.
  • Jabón líquido: el mismo truco anterior lo puedes hacer con jabón líquido para la lavadora. Y, si lo haces con un jabón suave, como el jabón líquido casero de Marsella (cuya receta os vamos a enseñar esta semana en Instagram), lo puedes aplicar cuando metas la prenda en el cesto de la ropa sucia y que se quede esperando hasta que pongas la lavadora.
  • Bicarbonato sódico: te proponemos dos opciones:

 

  1. Mezcla bicarbonato con un poco de agua para conseguir una pasta. La pones sobre la mancha y la dejas actuar unos 30 minutos. Después, lavas normalmente. 
  2. Para manchas muy rebeldes, haz la misma pasta, pero con vinagre en vez de agua. No abuses de esta fórmula, ya que es más agresiva y podría deteriorar los tejidos. Desde luego, no la uses con prendas delicadas. Pero, antes de tirar un prenda que tiene una mancha que no sale, prueba con este truco. A mí me ha funcionado con manteles que había dado por perdidos.

 

  • Percarbonato de sodio: puedes usarlo también creando una pasta que aplicar en las machas a tratar, pero este producto es más eficaz para blanquear la ropa.Con este fin, puedes usarlo de dos formas diferentes:

 

  1. Poniendo la ropa blanca en remojo unas horas antes con 2-5 cucharadas de percarbonato.
  2. Usando un programa de la lavadora con prelavado. En este caso, pondremos una cucharada de percarbonato en el espacio del cajetín que le corresponde al prelavado. Si el lavado va a ser a 40º o menos, recomendamos disolver antes el percarbonato en un poco de agua caliente.

 

LAVAR

Una vez pretratadas las prendas que lo hayan necesitado, vamos a poner la lavadora. Llenaremos el tambor. Poner lavadoras a media carga es un derroche de agua y energía. Mejor cargas completas. Eso sí, no es cuestión de meter la ropa a presión. Si hay demasiada ropa en la lavadora, no se limpia bien. Y, si eso va a suponer repetir lavadoras, no tiene sentido.

Opta por el programa eco siempre que puedas. Éste dura más, pero trabaja a menor potencia y por lo tanto gasta menos energía. Tu bolsillo también lo agradecerá. Además, suele poner el agua a 30 grados, lo cual también es bueno para la ropa, que se deteriora más cuanto mayor es la temperatura.

Y aquí nos detenemos en un punto importante. La ropa, al deteriorarse en los lavados, va perdiendo microfibras. Así que, si optas por prendas de fibras naturales y, por lo tanto, de alta biodegradabilidad, no contaminarás las aguas, como sí lo hacen las prensas de poliéster. Para más información sobre un armario sostenible, pásate por este post del blog.

¿Qué jabón utilizar para lavar la ropa? Desde luego, nuestra propuesta son los naturales. Los detergentes convencionales pueden llevar químicos que contaminan las aguas. Algunos, incluso, tienen microplásticos en su composición con el pretexto de que son más eficaces para eliminar las manchas, pero a nivel medioambiental son un absoluto desastre. Además, suelen ir envasados en plástico.

Veamos qué opciones os proponemos:

  • Nueces de lavado: un clásico de la limpieza eko. Se trata del fruto del árbol ‘Sapindus Mukorisi’, que cuenta con una alta concentración en saponina, una sustancia que en contacto con el agua genera un potente jabón. Puedes emplearlas enteras, directamente en el tambor de la lavadora; en polvo, una cucharada en el cajetín es suficiente; y también puedes generar tu propio jabón líquido hirviendo 10 nueces, a fuego bajo, en un litro de agua, durante 30 minutos. Después lo cuelas y tienes un líquido que puedes espesar, para darle textura de gel, con goma guar. Si vas a usar nueces de lavado, conviene que te hagas también con percarbonato de sodio, ya que las prendas blancas tienen a coger un color grisáceo. Las nueces de lavado pueden emplearse para más usos de higiene y limpieza. Puedes verlo aquí.
  • Polvo de jabonera: proviene de la raíz de la planta ‘Saponaria Officinalis’ y, al igual que las nueces de lavado, contiene saponina. Y también puede emplearse en polvo, metiendo una cucharada en el cajetín o creando jabón líquido, disolviendo el polvo en agua. Puedes ver más indicaciones y otros usos del polvo de jabonera aquí.
  • Tiras de lavado: una propuesta comodísima y eficaz, elaborada con ingredientes naturales y que ahorra muchos recurso derivados del transporte por su ligereza y tamaño compacto.
  • Jabón en escamas: tenemos dos opciones, el jabón de Marsella o el del Zorro d'Avi, ambos muy eficaces. Puedes usarlos en escamas, depositando un par de cucharadas en el cajetín de la lavadora o dentro del tambor, pero solo si vas a usar un programa de lavado con agua caliente. Si vas a emplear agua fría, esas dos cucharadas las puedes disolver antes en un poco de agua caliente y echarlas en el cajetín. Y, por último, puedes crear tu propio jabón líquido con la receta que te daremos esta semana en nuestras redes sociales.

 

Te recomendamos no usar suavizante en el lavado de tu ropa, pero esto te lo vamos a explicar en detalle en el próximo post del blog, que publicaremos esta misma semana, en el que también te comentaremos cuáles son las alternativas eko. Por el momento déjame decirte que no usar suavizante es mejor para el medioambiente, tu ropa y tu piel.

 

SECAR

Por supuesto, te aconsejamos secar al aire tu ropa. No consume ningún recurso y te sale gratis. Habrá veces que te convenga secar al sol y otras no. Ten en cuenta que secar la ropa al sol ayuda a desinfectarla y blanquearla, pero tiene la contrapartida de que se quedan las prendas acartonadas. Esto se resuelve, si tienes mucha previsión, retirando la ropa del sol cuando ya solo está un poco húmeda. A mí esto de acordarme de mover el tendedero no me ha pasado nunca, jeje.

Ojo, que parece una tontería, pero usa pinzas de madera en vez de de plástico. Sabes que somos unas firmes defensoras de que el verdadero problema son los plásticos de un solo uso y que pensamos que hay ciertos objetos que no son un problema si están elaborados con derivados del petróleo, si son reutilizables. ¿Son reutilizables las pinzas de tender? Sí, lo son, pero, sobre todo si tiendes en el exterior, se deterioran con mucha facilidad. ¿Cuántas pinzas de plástico se te han deshecho en las manos? ¿Cuántas tienes a las que le falta un trozo? A mí aún me quedan unas cuantas. Y es que al estar a la intemperie, se ven sometidas a cambios bruscos de temperatura y a los rayos del sol, se deterioran y se rompen. Así que no cuentan con la durabilidad de las pinzas de madera. 

Te recomendamos no usar secadora en la medida de lo posible. Por un lado, deteriora los tejidos, sobre todo los que tienen algún componente plástico como los elásticos. Por otro, es un electrodoméstico que gasta bastante energía para hacer algo que se puede hacer sin consumir absolutamente nada.

Pero somos conscientes que, por los ritmos de vida que llevamos, en determinados climas y familias más o menos grandes, se puede convertir en un electrodoméstico imprescindible. Si tienes que usar secadora, hazlo con bolas de secado. Lo que hacen es separar la ropa, permitir que circule con mayor facilidad el aire caliente, por lo que la ropa tarda menos tiempo en secarse. Así, se puede emplear un programa de secado más corto y ahorrar energía.

PLANCHAR

No planches o hazlo lo menos posible. Si no planchas, de nuevo, ahorras energía, lo que es sinónimo de cuidar el medio ambiente. Además, con el calor las prendas se deterioran más y duran menos. Si plancho, trato de ayudarme de vapor o unas gotas de vinagre (no deja olor), ya que facilita el planchado, por lo que se requieren menos pasadas y menos tiempo.

Ten en cuenta que la forma en las que se tejen las fibras de la ropa actual hace que las prendas se arruguen mucho menos. Yo, directamente, evito comprarme ropa de tejidos como el lino, que sé con seguridad que se arruga mucho.

Además de esto, te proponemos algunos pasos para que tu ropa se arrugue menos:

  • No eches las prendas al cesto de la ropa sucia hechas hechas un gurruño. Si lo haces, las que se quedan al fondo y van soportando el peso de las siguientes acabarán muy arrugadas. Pon las prendas más o menos dobladas, tampoco es necesario esmerarse.
  • Tiende la ropa al acabar la lavadora. Intenta que no pase mucho tiempo.
  • Tiende las prendas bien extendidas. Las camisas y blusas, puedes ponerlas directamente en una percha. Y habrá algunas prendas que convenga dejar secar en plano, en horizontal, sobre el tendero o alguna otra superficie.
  • Almacena la ropa con cabeza, de forma que no se vaya a arrugar. De esto te hablamos más en detalle en el siguiente apartado.

 

ALMACENAR

El último paso, para acabar con todo el proceso de la colada, es almacenar la ropa pensando en mantenerla en el mejor estado posible. Porque, como venimos diciendo durante todo el artículo, si aumentamos la durabilidad de las prendas, protegemos el medio ambiente, ya que tendremos que comprar menos ropa y le pediremos menos recursos al planeta. También prestaremos atención a que no se arrugue, para no tener que planchar y gastar energía.

Por tanto, te proponemos que cuelgues en perchas o con pinzas solo algunos tejidos o tipos de prendas. Las que son muy ligeras o muy pesadas pueden sufrir. En los tejidos tipo gasa se quedarán marcas con facilidad, dañando la fibra y creando un punto de fragilidad. Las prendas de lana gruesa, por el peso, pueden darse de sí y llegar a crear agujeros.

El doblado vertical, el que popularizó Marie Kondo, ayuda a mantener la ropa sin arrugas. Por un lado, las prendas están más protegidas. Por otro, la mayoría de las personas consiguen mantener su ropa mejor ordenada con este método, por lo que no se crean follones en los cajones. Pero no siempre es así. Hay personas que no se terminan de apañar o cuyos armarios no son adecuados para este método.

En cualquier caso, otro aspecto importante es almacenar la ropa dejando espacio. Se recomienda dejar libre un 30% de los cajones y armarios. Si no ves esto viable, a lo mejor te tienes que pensar si tienes demasiada ropa o si tu ropero es demasiado pequeño. La cuestión es que, si hay espacio, al elegir la ropa que te vas a poner, puedes mover las otras prendas con facilidad sin desordenarlas y, por lo tanto, sin que se arruguen.

Y, por último, evita que haya polillas en los armarios, que podrían generar agujeros en tu ropa. En Alma Eko podemos proponerte dos opciones: los discos de madera de cedro y el saquito antipolillas. Ambos remedios ahuyentan a los insectos y los mantienen lejos de tu ropa.

 

RECAPITULANDO: 3 CLAVES

En resumen, a la hora de conseguir una colada eko, nos detendremos a pensar en 3 factores:

  • Cuidado de las prendas
  • Ahorro de energía
  • Ingredientes naturales

Con estas tres claves estaremos contribuyendo al cuidado del medio ambiente.