Es apto para uso externo (inhalación y uso tópico) e interno (ingesta).
Existen diversas formas de usar y aplicar los aceites esenciales:
Difusión en el ambiente: al emplearlos en un difusor de ultrasonidos, depuran y mejoran la calidad del aire. También pueden emplearse en quemadores de esencias, diluidos en agua, pero pierden propiedades al calentarse.
Inhalación directa: poner una gota de aceite esencial en las manos y frotar. Acercar las manos a la cara e inhalar. Repetir la operación varias veces.
Aplicación tópica: se puede realizar un suave masaje en la zona a tratar. Se recomienda usar un aceite vegetal vehicular (coco, oliva, almendras...) para extender bien, ayudar a hidratar la zona y que no se produzcan irritaciones accidentales. También puede realizarse un uso cosmético mezclándolo con cremas, leches corporales o arcillas.
Elaboración casera de productos de limpieza: se pueden incluir unas gotas de aceite esencial en preparados de limpieza naturales (como limpiadores multiusos de vinagre y bicarbonato) o, también, en el lavado de la ropa.
Uso interno o ingesta: se pueden ingerir los aceites esenciales acompañados de otros aceites vegetales o alimentos. Se recomienda, siempre, consultar a un especialista antes de realizar este uso.
En este post del blog encuentras más información sobre cómo usar los aceites esenciales.